Y como él mismo dijo: “queremos más”, ahora Marte va por la ratificación en la cima y su noveno título.

Por el cuadro migueleño llevaron peligro el ex marciano, César Larios, y Jonathan Águila, pero la defensa bombardera estuvo bien aplicada, complementada con la gran actuación del guardameta Javier Gómez.Ahí está el resultado de un proceso dotado de mucha entrega y humildad, dos cualidades que ha llegado a inyectarle Memo Rivera al equipo. 

Vaya momento el que atraviesan los marcianos del Atlético Marte. Ayer no sólo consolidaron su reinado en la cima de la tabla con 14 fechas sin conocer la derrota, también sellaron el boleto que los coloca de forma temprana en la fase de semifinales, al imponerse con un sólido 3-0 ante los emplumados del Águila.

Luego de tener un primer tiempo con una sola llegada clara a gol, el cuadro bombardero le vino bien la lluvia que caía sobre el Cuscatlán y la expulsión de Mario Castellanos, al minuto 52. Quedó demostrado que Marte es un equipo que sabe manejarse muy bien ante las adversidades, pues no es primera vez que hace caso omiso de la desventaja numérica ante Águila.

Con la clasificación en el horizonte, sabían que únicamente dependía de ellos mismos llevar la alegría a las gradas del Coloso de Montserrat, y así los marcianos sacaron la garra en los últimos 20 minutos del encuentro.

Para muestra, el golazo a puro corazón y pulmón de Otoniel Salinas, quien dejó atrás a medio equipo emplumado. Si no que lo desmienta Isaac Zelaya, última víctima del baile y quiebre de caderas que ofreció el volante marciano, antes de sacar un sutil disparo de pierna izquierda.

Era el primer tanto de los Mustang Azules, al ‘73, con el cual se desataba la furia en las tribunas. Ese gol de antología fue de suma importancia para Marte, pues le devolvía la confianza al equipo y los metía en la siguiente fase, ahí donde solo ellos están, por el momento, de una forma envidiable: líderes absolutos e invictos.  Cinco minutos más tarde, volvería a aparecer Otoniel para reafirmar que era la figura del partido, al darle la asistencia de cabeza a su compañero Mauro Aldave, desde el sector izquierdo. El delantero uruguayo sólo le puso la pierna al balón para dejar sin reacción al meta juvenil, Josué Coreas.

Pero faltaba más… al cierre del encuentro apareció Wilson Rugamas para no dejar duda que Atlético Marte merece estar en la mesa de cuatro, por la gran campaña que ha efectuado.   Así, los marcianos borraron un intrascendente primer tiempo, en el que tuvo una única llegada clara de gol: un disparo de Aldave que logró sacar sobre el límite un defensor emplumado, al ‘45.