Guillermo Loro Castro
Mundialista en 1970
1970 lograron clasificar por vez primera a la más alta competición de balompié que se realiza sobre el planeta.
Fueron hombres como Jaime Rafael "Potro" Portillo, Mauricio Manzano, Mauricio "Pipo" Rodríguez, Élmer Acevedo, Alberto "Pechuga" Villalta, Mario Monge, Walberto "Pulpo" Fernández, Salvador Antonio Mariona, Tomás el "Flaco" Pineda, Salvador Flamenco Cabezas, Guillermo "Loro" Castro, Genaro Sermeño y el entrenador principal, Hernán Carrasco Vivanco, quienes fueron los grandes artífices de tan gloriosa gesta cuscatleca.
Parte de ese grupo lo fueron también otros que ya están en presencia del Creador, como Sergio de Jesús Méndez, Roberto "La Burra" Rivas, Raúl Alfredo "Araña" Magaña, Jorge "El Calero" Suárez Landaverde, Alfredo Baiza Ruano e Isaías Choto.
Juegos Olimpicos de 1968
El fútbol de El Salvador sólo ha tenido una participación en Juegos Olímpicos, en los de México 1968, con una selección que fue la base de la que dos años después estaría en una copa del mundo de la FIFA.
Uno de los jugadores que era emblema de esa selección fue sin duda Guillermo "el Loro" Castro, un espigado defensor central que fue titular en todos los partidos de la eliminatoria y luego en los partidos del torneo olímpico.
"Indudablemente es un honor y una satisfacción haber sido jugador de la selección que estuvo en los Juegos Olímpicos y luego en una copa mundial", dijo Guillermo Castro.
"Representar al país en unos juegos olímpicos es una cosa grande, es un evento importante a nivel mundial que a veces no se reconoce, pero es tanto igual que una copa del mundo", aseveró Castro.
En México'68, El Salvador enfrentó a las selecciones de Hungría, Israel y Ghana, es decir, dos selecciones europeas y una africana que significaban "terrenos desconocidos" para el futbolista salvadoreño.
"La preparación de las selecciones en esa época no era como ahora, antes de los juegos no tuvimos muchos juegos amistosos y prácticamente en la competición tuvimos ese roce internacional que el jugador necesita", indicó Castro.
En ese sentido, Castro es de la idea de que al jugador actual hay que darle todo lo necesario para una buena preparación porque ya no se puede estar esperanzado al talento del atleta.
A su juicio, "las autoridades deberían preocuparse por preparar bien a los atletas, en todos los deportes, es como tener una fábrica de atletas al que hay que potenciarle el talento".
¿QUÉ HACE?
Toda su vida quiso ser mecánico, pero el talento en el fútbol lo llevó por otros caminos. Contador "de los de antes", ahora Guillermo Castro tiene una imprenta que lucha contra las tecnologías modernas para sobrevivir.
No está ligado al fútbol desde la dirección técnica desde hace 18 años porque es algo que ya probó en tres ocasiones; pero que le dejó un sinsabor por los incumplimientos de los directivos a la hora de pagar.
Sin embargo, ha pasado mas de 30 años en AEFES, la asociación de entrenadores del país, de la cual fue presidente por 12 temporadas y ahora es su secretario. El único cargo que no desempeñó ahí fue el de Tesorero.
Sacó todos los cursos de técnico, incluso tiene cursos internacionales y es instructor FIFA a escala de Concacaf.
Como entrenador, salvó del descenso al Marte en 1992 en su última incursión en el banquillo. Antes estuvo en el Independiente de San Vicente, departamento al que le guarda mucho cariño y donde se crió aunque no nació ahí. Es más, muchos piensan que es vicentino. También dirigió al Chalatenango durante dos temporadas.
En 1978 empezó un proyecto de imprenta en el garaje de su casa, guiado por un familiar. Pero un año después asumió la dirección por completo.
Pero su proyecto más ambicioso en relación al fútbol lo sigue trabajando. Es miembro fundador de la Asociación de Futbolistas de El Salvador. Cuenta que la cuarta fue la vencida. "El primer intento fue en 1967, pero los directivos llegaron con amenazas. Después hubo otro sin éxito en 1971, y otro en 1990 que no tuvo mucho respaldo".
Éste tampoco ha sido cosa fácil. Inició en 2003 y recién vio la luz a finales del año pasado cuando ya fueron reconocidos de manera legal. El objetivo es proteger a los jugadores activos y no activos para cambiar el fútbol nacional y los comportamientos irresponsables de los equipos.
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