Fulminante. Así se podría definir la derrota de 3-1 que sufrió el Atlético Marte en su visita al Óscar Quiteño, ante un equipo de FAS

El primero de la noche llegó por intermedio de Águila. Un gran pase largo del veterano Marvin González le permitió al delantero enfrentar sin problemas la portería de Diego Cuellar y controlar el balón para definir con un delicado toque sobre el guardameta marciano para abrir el marcador.

La fiesta apenas empezaba para los aficionados santanecos que se hicieron presentes ayer. El segundo llegó al 28', esta vez cortesía de una jugada a balón parado que Alexander Larín se encargó de cobrar y poner, de manera precisa en el corazón del área para que Raúl Renderos aprovechara la mala de salida de la defensa marciana para elevarse y cabecear un balón perfecto que se fue sobre el poste derecho de un Diego Cuéllar.

El FAS no dio espacio a la reacción, pues a los 30' un nuevo centro de Larín habilitó a Águila para poner el tercero en el marcador y el segundo en su cuenta personal.

Para el segundo tiempo, el técnico Jorge García realizó dos cambios para inyectar de más fortaleza al ataque con la llegada de "el Pega" Dubón y Gilberto Baires sobre la zona media del campo.

Los cambios le darían cierto efecto al equipo de visita, después de que un centro de Baires le sirviera a Francisco García para controlar un balón dentro del área y mandar un derechazo sobre el poste derecho del "Motor" Contreras, que pese a la estirada nada pudo hacer al 59’.

Pero eso fue lo más que pudo hacer el conjunto marciano, que vio frenada su racha de tres victorias consecutivas.

Fulminante. Así se podría definir la derrota de 3-1 que sufrió el Atlético Marte en su visita al Óscar Quiteño, ante un equipo de FAS que, además de ser mejor en la cancha superó en todo sentido a los dirigidos por Jorge García.

Treinta minutos le bastaron al FAS para ponerse arriba en el marcador por tres goles y comenzar el calvario marciano, que antes de concluir la primera mitad lucía desconocido y sin poder digerir una derrota hasta ese momento inesperada.

El FAS lució más suelto en la cancha, controlando los hilos del partido y aprovechando la velocidad de Jonathan Águila y Alexander Larín por las bandas.