Carlos Alfonso Castro Borja
Carlos Alfonso Castro Borja nació el 1° de agosto de 1967 en San Salvador. A los 6 años se mudó con su familia a Santa Tecla y dio inicio a su vida futbolística jugando en el Cafetalón. En 1985 formó parte de una selección juvenil que participó en un torneo en Trinidad y Tobago y luego en los Juegos Centroamericanos de Guatemala.
Ese mismo año pasó a formar parte del Destroyer en la Liga B y en 1986 hace su debut en la Liga Mayor con el ADET, pasando luego por el Chalatenango junto a figuras como Mauricio Cienfuegos, Carlanga Rivera y Kiko Henríquez. Luego militó en el Atlético Marte donde despuntó en su posición de volante de contención y fue llamado a la selección nacional. Jugó también en el C.D. FAS, Zacapa de Guatemala, Luis Angel Firpo, en el fútbol de Austria y finalmente en el San Salvador.
Al finalizar su ciclo futbolístico viajó a Las Vegas Nevada, donde actualmente reside . Castro Borja fue un símbolo dentro de la selección nacional en los años de 1992 a 1997 y aún se le recuerda como uno de los jugadores que más sudó la camiseta por su aguante físico, sus "barridas" y también por el juego brusco con el que ablandaba a mediocampistas y delanteros rivales..
El 04 de abril de 1993 se enfrentaban El Salvador versus México en el Estadio Cuscatlán, por un boleto a USA 94. El ambiente en el estadio era majestuoso. El juego estaba programado para las 12:00 m y a las 8:00 AM el coloso estaba casi repleto, sobretodo el sector de sol general. Ahí afuera habían dormido los aficionados esperando ese gran día y bajo un sol que cada vez se hacía más fuerte, la hora del partido se llegaba. Se sabía que el rival era fuerte; ahí venía Jorge Campos, García Aspe, Miguel Herrera, Benjamín Galindo, Claudio Suárez y por supuesto Hugo Sánchez. El partido sería arbitrado por Armando Pérez Hoyos, reconocido internacional colombiano que ya había estado en certámenes como la Copa América 1987.
El ex delantero de Real Madrid le había echado chile al partido al declarar antes de venir a El Salvador que “ni por accidente perderemos en el Cuscatlán”. El salvadoreño todavía tenía presente la burla de la “pelota cuadrada” , por lo que dichas declaraciones no cayeron nada en gracia. La afición de sol general le respondió a su manera con una frase que se volvió histórica y célebre: “AUNQUE AL MUNDIAL NO VAYAMOS, A MÉXICO LE GANAMOS”. La pancarta estaba ahí, adornando Sol General.
Los equipos salieron al campo y la batalla comenzaba; ya desde los actos protocolarios se venía la guerra cuando en una forma inexplicable, el himno de México no sonó en el estadio y los aztecas ofendidos, buscaban explicación para lo que consideraron una falta de respeto. El Salvador alineó así: Carlos "Carlanga" Rivera; Giovanni Trigueros, Leonel Cárcamo, Jorge Abrego, William Osorio; Carlos "Papo" Castro Borja, Fernando Lazo, Mauricio Cienfuegos, Guillermo Rivera; Jorge “Mágico” González y Raúl Díaz Arce. Bajo la dirección del brasileño Jorge Vieira, teníamos un mediocampo donde Lazo y el Papo eran los destructores para que Cienfuegos, Memo y “Mágico” buscaran los goles junto a Díaz Arce.
El partido comenzó trepidante. No iban ni cinco minutos cuando Memo Rivera mandó un balazo que pasó rozando el vertical de Jorge Campos; la afición vibró y le dio rienda suelta a la emoción. México comenzó a llegar también. Hugo Sánchez ensayó una chilena cerca del área grande y se llevó una lluvia de rechiflas; cada vez que México la tocaba una bulla interminable inundaba el coloso. El Salvador mantenía un poco más de posesión pero llegadas de peligro no habían muchas; México tampoco asustaba, ya que Trigueros y Cárcamo se estaban fajando en la defensa central y qué decir de Fernando Lazo… estaba destruyendo todo el juego mexicano en forma increíble. Cerca del final del primer tiempo, se envía un pase largo a Jorge González, quien burla el offside mexicano y se va por la derecha solo enfilando al área de Jorge Campos; el portero mexicano, con su tradicional estilo, sale a disputar el balón con Jorge dentro del área. El mágico burla a Campos pero cuando se dispone a disparar, el portero se barre y le saca el balón a Jorge derribándolo en el área. La afición se levanta reclamando el penalti, pero el árbitro no lo señala. Fuertes reclamos y rechiflas sobre el central porque la barrida de Campos sobre Jorge había sido fuerte y aunque le sacó el balón, lo hizo caer perdiendo el equilibrio; pero la decisión estaba tomada. No obstante, en la siguiente jugada de saque de banda, Cienfuegos recibe la bola y nuevamente es derribado pero más suavemente. El volante de Firpo se levanta rápido pero ante la presión del público y para compensar su error anterior, el árbitro señala el manchón de penalti. El Cuscatlán se desborda de alegría y todo México se le va encima al árbitro.
En medio de los reclamos, el “Papo” Castro Borja se para frente al manchón de penalti y alguien le pasa el balón. Decidido, la acomoda y se dispone a cobrar el tiro. Muchos pensaron: ¿Por qué Castro Borja? Ahí estaba el Mágico y Cienfuegos pero el volante de Atlético Marte estaba concentrado y ya nadie lo quitaba de ahí. Campos se ubica y con suaves movimientos trata de desconcentrar al Papo… el árbitro suena su silbato, el “Papo” se impulsa…¡¡¡¡ GOOOOOLLL!!!! Fuerte disparo a media altura hacia el poste izquierdo de Campos, quien se lanza adivinando pero no llega. El Cuscatlán revienta y Castro Borja corre a celebrar de rodillas cerca de la banderilla de córner; Díaz Arce es el primero en llegar a celebrar y la fiesta comienza. Como nos diría el “Papo” en una entrevista posterior: “Yo había visto a Campos parar todos los penalties que le tiraban por abajo, por eso traté de elevar con fuerza mi disparo”. Era el 1-0 y así terminó el primer tiempo.
El segundo tiempo registró cambios. Memo Rivera se había ido lesionado y entró Milton “Tigana” Meléndez, quien había sido el héroe ante Jamaica en la ronda previa al marcar los dos goles como visitante. Los mexicanos se lanzaron con todo hacia el frente de ataque buscando el empate. Ingresó Francisco “abuelo” Cruz (mundialista en el 86) y David Patiño y El Salvador se fue perdiendo en la ofensiva, pero creció Trigueros anulando toda bola que llegaba al área y Lazo en la destrucción; su figura crecía con cada minuto que pasaba, era el partido de su vida.
En una recuperación de balón, le pasan la pelota a Jorge “Mágico” González, quien cerca de la línea de cal al lado de Sol General se puso el sombrero de mago con una jugada de antología para el recuerdo: En un espacio de 2 metros cuadrados, le hizo tres sombreritos seguidos a dos mexicanos, antes de ser objeto de una falta; ahí pasó Miguel Herrera buscando a Jorge “maneado” de un lado para otro. Sol ovacionó a su héroe y El Salvador se veía anímicamente bien.
Sin embargo, la selecta cedió ante la gran presión mexicana. Faltando 15 mins. para el final del partido, México recupera un balón cerca del área salvadoreña y Alberto García Aspe recibe el balón. Sin pensarlo mucho, manda un tremendo disparo que se cuela en el ángulo de la Carlanga Rivera luego del tardío cierre de Osorio. Era el empate y el Cuscatlán enmudece a excepción de algunos aficionados mexicanos en platea. Acababa de ingresar William Renderos Iraheta por Cienfuegos, por lo que el delantero de FAS es recibido con el empate.
Aunque la afición pensó por un momento que el empate podía ser definitivo, ya que la selecta se había visto sin fuerza ofensiva en el complemento, ese gol de García Aspe le tocó el orgullo a la azul y blanco…. Al min. 77, sólo dos después del empate, Fernando Lazo recupera por enésima vez un balón en el medio campo y cede al “Mágico”, quien devuelve a Lazo que aguanta la barrida de un mexicano y deja el balón en poder de Castro Borja. El “papo” sin pensarlo mucho, cede un pase largo para un Díaz Arce desmarcado por la derecha, quien inteligentemente ve a Renderos Iraheta que viene colándose entre los centrales y le pone un pase de la muerte al borde del área mexicana…
Renderos Iraheta ya se coló entre la defensa y encara a Jorge Campos… el acapulqueño trata de desconcentrar a Iraheta haciendo como que se resbala, todo en un abrir y cerrar de ojos, pero William sin pensarlo mucho toca suave el balón hacia el ángulo bajo izquierdo de Campos que esperaba una definición más lógica hacia el otro poste. La pelota va, va, va y va dando botes suaves hasta que entra dócil pegadita al poste…¡¡¡¡¡¡¡¡¡ GOOOOOOOLLLL !!!!!!!!!! El Cuscatlán explota de nuevo en una algarabía interminable por el gol que le da nuevamente la ventaja a la selecta. Faltan 13 minutos y el triunfo sobre el eterno rival se acaricia poco a poco.
El tiempo restante es una eternidad. En cada saque de esquina de México el corazón se nos sube a la garganta (cobraron 19 en todo el partido) pero Trigueros, Cárcamo Batres y Carlanga Rivera están concentrados y se paran con orgullo sacando cada pelota que llega al área. Hugo Sánchez revolotea inútilmente por todo el frente de ataque mexicano. Castro Borja en cada barrida le saca un reclamo al mexicanito a lo que el Papo sólo parecía responder “¡¡¡Hágale huevos compadrito!!!”.
Aunque la afición pensó por un momento que el empate podía ser definitivo, ya que la selecta se había visto sin fuerza ofensiva en el complemento, ese gol de García Aspe le tocó el orgullo a la azul y blanco…. Al min. 77, sólo dos después del empate, Fernando Lazo recupera por enésima vez un balón en el medio campo y cede al “Mágico”, quien devuelve a Lazo que aguanta la barrida de un mexicano y deja el balón en poder de Castro Borja. El “papo” sin pensarlo mucho, cede un pase largo para un Díaz Arce desmarcado por la derecha, quien inteligentemente ve a Renderos Iraheta que viene colándose entre los centrales y le pone un pase de la muerte al borde del área mexicana…
El 04 de abril de 1993 se enfrentaban El Salvador versus México en el Estadio Cuscatlán, por un boleto a USA 94. El ambiente en el estadio era majestuoso. El juego estaba programado para las 12:00 m y a las 8:00 AM el coloso estaba casi repleto, sobretodo el sector de sol general. Ahí afuera habían dormido los aficionados esperando ese gran día y bajo un sol que cada vez se hacía más fuerte, la hora del partido se llegaba. Se sabía que el rival era fuerte; ahí venía Jorge Campos, García Aspe, Miguel Herrera, Benjamín Galindo, Claudio Suárez y por supuesto Hugo Sánchez. El partido sería arbitrado por Armando Pérez Hoyos, reconocido internacional colombiano que ya había estado en certámenes como la Copa América 1987.
El ex delantero de Real Madrid le había echado chile al partido al declarar antes de venir a El Salvador que “ni por accidente perderemos en el Cuscatlán”. El salvadoreño todavía tenía presente la burla de la “pelota cuadrada” , por lo que dichas declaraciones no cayeron nada en gracia. La afición de sol general le respondió a su manera con una frase que se volvió histórica y célebre: “AUNQUE AL MUNDIAL NO VAYAMOS, A MÉXICO LE GANAMOS”. La pancarta estaba ahí, adornando Sol General.
Los equipos salieron al campo y la batalla comenzaba; ya desde los actos protocolarios se venía la guerra cuando en una forma inexplicable, el himno de México no sonó en el estadio y los aztecas ofendidos, buscaban explicación para lo que consideraron una falta de respeto. El Salvador alineó así: Carlos "Carlanga" Rivera; Giovanni Trigueros, Leonel Cárcamo, Jorge Abrego, William Osorio; Carlos "Papo" Castro Borja, Fernando Lazo, Mauricio Cienfuegos, Guillermo Rivera; Jorge “Mágico” González y Raúl Díaz Arce. Bajo la dirección del brasileño Jorge Vieira, teníamos un mediocampo donde Lazo y el Papo eran los destructores para que Cienfuegos, Memo y “Mágico” buscaran los goles junto a Díaz Arce.
El partido comenzó trepidante. No iban ni cinco minutos cuando Memo Rivera mandó un balazo que pasó rozando el vertical de Jorge Campos; la afición vibró y le dio rienda suelta a la emoción. México comenzó a llegar también. Hugo Sánchez ensayó una chilena cerca del área grande y se llevó una lluvia de rechiflas; cada vez que México la tocaba una bulla interminable inundaba el coloso. El Salvador mantenía un poco más de posesión pero llegadas de peligro no habían muchas; México tampoco asustaba, ya que Trigueros y Cárcamo se estaban fajando en la defensa central y qué decir de Fernando Lazo… estaba destruyendo todo el juego mexicano en forma increíble. Cerca del final del primer tiempo, se envía un pase largo a Jorge González, quien burla el offside mexicano y se va por la derecha solo enfilando al área de Jorge Campos; el portero mexicano, con su tradicional estilo, sale a disputar el balón con Jorge dentro del área. El mágico burla a Campos pero cuando se dispone a disparar, el portero se barre y le saca el balón a Jorge derribándolo en el área. La afición se levanta reclamando el penalti, pero el árbitro no lo señala. Fuertes reclamos y rechiflas sobre el central porque la barrida de Campos sobre Jorge había sido fuerte y aunque le sacó el balón, lo hizo caer perdiendo el equilibrio; pero la decisión estaba tomada. No obstante, en la siguiente jugada de saque de banda, Cienfuegos recibe la bola y nuevamente es derribado pero más suavemente. El volante de Firpo se levanta rápido pero ante la presión del público y para compensar su error anterior, el árbitro señala el manchón de penalti. El Cuscatlán se desborda de alegría y todo México se le va encima al árbitro.
En medio de los reclamos, el “Papo” Castro Borja se para frente al manchón de penalti y alguien le pasa el balón. Decidido, la acomoda y se dispone a cobrar el tiro. Muchos pensaron: ¿Por qué Castro Borja? Ahí estaba el Mágico y Cienfuegos pero el volante de Atlético Marte estaba concentrado y ya nadie lo quitaba de ahí. Campos se ubica y con suaves movimientos trata de desconcentrar al Papo… el árbitro suena su silbato, el “Papo” se impulsa…¡¡¡¡ GOOOOOLLL!!!! Fuerte disparo a media altura hacia el poste izquierdo de Campos, quien se lanza adivinando pero no llega. El Cuscatlán revienta y Castro Borja corre a celebrar de rodillas cerca de la banderilla de córner; Díaz Arce es el primero en llegar a celebrar y la fiesta comienza. Como nos diría el “Papo” en una entrevista posterior: “Yo había visto a Campos parar todos los penalties que le tiraban por abajo, por eso traté de elevar con fuerza mi disparo”. Era el 1-0 y así terminó el primer tiempo.
El segundo tiempo registró cambios. Memo Rivera se había ido lesionado y entró Milton “Tigana” Meléndez, quien había sido el héroe ante Jamaica en la ronda previa al marcar los dos goles como visitante. Los mexicanos se lanzaron con todo hacia el frente de ataque buscando el empate. Ingresó Francisco “abuelo” Cruz (mundialista en el 86) y David Patiño y El Salvador se fue perdiendo en la ofensiva, pero creció Trigueros anulando toda bola que llegaba al área y Lazo en la destrucción; su figura crecía con cada minuto que pasaba, era el partido de su vida.
En una recuperación de balón, le pasan la pelota a Jorge “Mágico” González, quien cerca de la línea de cal al lado de Sol General se puso el sombrero de mago con una jugada de antología para el recuerdo: En un espacio de 2 metros cuadrados, le hizo tres sombreritos seguidos a dos mexicanos, antes de ser objeto de una falta; ahí pasó Miguel Herrera buscando a Jorge “maneado” de un lado para otro. Sol ovacionó a su héroe y El Salvador se veía anímicamente bien.
Sin embargo, la selecta cedió ante la gran presión mexicana. Faltando 15 mins. para el final del partido, México recupera un balón cerca del área salvadoreña y Alberto García Aspe recibe el balón. Sin pensarlo mucho, manda un tremendo disparo que se cuela en el ángulo de la Carlanga Rivera luego del tardío cierre de Osorio. Era el empate y el Cuscatlán enmudece a excepción de algunos aficionados mexicanos en platea. Acababa de ingresar William Renderos Iraheta por Cienfuegos, por lo que el delantero de FAS es recibido con el empate.
Aunque la afición pensó por un momento que el empate podía ser definitivo, ya que la selecta se había visto sin fuerza ofensiva en el complemento, ese gol de García Aspe le tocó el orgullo a la azul y blanco…. Al min. 77, sólo dos después del empate, Fernando Lazo recupera por enésima vez un balón en el medio campo y cede al “Mágico”, quien devuelve a Lazo que aguanta la barrida de un mexicano y deja el balón en poder de Castro Borja. El “papo” sin pensarlo mucho, cede un pase largo para un Díaz Arce desmarcado por la derecha, quien inteligentemente ve a Renderos Iraheta que viene colándose entre los centrales y le pone un pase de la muerte al borde del área mexicana…
Renderos Iraheta ya se coló entre la defensa y encara a Jorge Campos… el acapulqueño trata de desconcentrar a Iraheta haciendo como que se resbala, todo en un abrir y cerrar de ojos, pero William sin pensarlo mucho toca suave el balón hacia el ángulo bajo izquierdo de Campos que esperaba una definición más lógica hacia el otro poste. La pelota va, va, va y va dando botes suaves hasta que entra dócil pegadita al poste…¡¡¡¡¡¡¡¡¡ GOOOOOOOLLLL !!!!!!!!!! El Cuscatlán explota de nuevo en una algarabía interminable por el gol que le da nuevamente la ventaja a la selecta. Faltan 13 minutos y el triunfo sobre el eterno rival se acaricia poco a poco.
El tiempo restante es una eternidad. En cada saque de esquina de México el corazón se nos sube a la garganta (cobraron 19 en todo el partido) pero Trigueros, Cárcamo Batres y Carlanga Rivera están concentrados y se paran con orgullo sacando cada pelota que llega al área. Hugo Sánchez revolotea inútilmente por todo el frente de ataque mexicano. Castro Borja en cada barrida le saca un reclamo al mexicanito a lo que el Papo sólo parecía responder “¡¡¡Hágale huevos compadrito!!!”.
Aunque la afición pensó por un momento que el empate podía ser definitivo, ya que la selecta se había visto sin fuerza ofensiva en el complemento, ese gol de García Aspe le tocó el orgullo a la azul y blanco…. Al min. 77, sólo dos después del empate, Fernando Lazo recupera por enésima vez un balón en el medio campo y cede al “Mágico”, quien devuelve a Lazo que aguanta la barrida de un mexicano y deja el balón en poder de Castro Borja. El “papo” sin pensarlo mucho, cede un pase largo para un Díaz Arce desmarcado por la derecha, quien inteligentemente ve a Renderos Iraheta que viene colándose entre los centrales y le pone un pase de la muerte al borde del área mexicana…
Castro Borja es suspendido por ocho meses
Jugando para San Salvador FC
Castro Borja es un jugador histórico en el balompié nacional.
Su nombre pasa a los registros, pero no por su historial en Atlético Marte ni por el gol que abrió la cuenta en el famoso 2-1 a México. No.
“El Papo” tendrá siempre el dudoso honor de ser el primer jugador en la historia de la Liga Mayor en recibir un castigo superior a los seis meses de suspensión.
La agresión contra el árbitro Joel Aguilar le mereció un tratamiento especial de parte del tribunal disciplinario de primera división, toda vez que incurrió en una de las faltas más graves.
“En su informe, el árbitro central dice que Carlos Castro Borja le arrancó la bolsa de la camisa y lo insultó”, explicó Iván Leonel Zapata, del tribunal disciplinario.
Según Zapata, el tribunal fue “un poco flexible”.
En la historia de Liga Mayor, sólo Douglas Vidal Jiménez, cuando era de ADET, y el uruguayo Darío Larrosa, de Águila, habían recibido penas de seis meses.
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